Camas casita Montessori: Descubre sus beneficios
Para los niños es muy importante tener su propio espacio, y todos pasamos por esa etapa a partir de los cinco años, en la que solo soñábamos con ser adultos y ser considerados como “personas grandes”. Por ello, es completamente normal que los niños se sientan entusiasmados con tener una cama estilo casita en su habitación, que será su propio mundo.
Tal vez esto fue lo que pensaron los creadores del método Montessori cuando incorporaron este particular modelo a la gama de camas para niños. Es algo diferente, original, fresco, divertido, y sobretodo, seguro.
Recordemos que absolutamente todos los modelos del método Montessori están pensando para el aprendizaje, desarrollo y vida práctica integral de los niños, priorizando factores como la comodidad, seguridad, independencia y agilidad.
Además, por lo general son mobiliarios, materiales, juguetes y objetos que automatizan los procesos, o que son sumamente intuitivos y fáciles de utilizar. Todas sus propuestas son maravillosas, pero las camas Montessori estilo casita se han robado el protagonismo este año, debido a que reúnen variadas características, son funcionales, sostificadas, estéticas y seguras.
¿Quieres conocer las ventajas de las camas casita Montessori, y por qué deberías adquirir una para tu hijo/a? Entonces quédate con nosotros hasta el final del artículo.
Beneficios de las camas casita Montessori
Dispara su imaginación
Desde pequeños es importante respetar, validar e incentivar la creatividad de los más pequeños. Las camas casita Montessori son perfectas para ello, porque le dan la oportunidad al niño de pensar que está viviendo en su propia casita, y por ende, en su propio universo.
¡No te preocupes! Esto no hará que el niño se aísle o disocie la realidad, todo lo contrario, será un incentivo, y una manera de otorgarle su propio espacio para conocer su mente y espíritu.
Es una forma de otorgarle autonomía al momento de explorar, y de crear ideas para jugar. El niño aprenderá a entretenerse por su cuenta, lo que les brindará a los padres espacios personales y de descanso, con las camas casita Montessori las posibilidades de inventar juegos y actividades son elevadas.
Versátiles
Al estimular en primera instancia la creatividad, estas camas son diversas, versátiles y multitareas. El niño/a no solo podrá desarrollar juegos tradicionales, tecnológicos o inventados en su imaginación, también podrá organizar otras actividades como:
- Tardes de picnics. Probablemente estés pensando que esto es sinónimo de desorden, ¡pero no es así! Tras terminar el picnic le pediremos al niño que nos ayude a limpiar y recoger, lo cual cultivará la cultura del orden y evitará desastres en la habitación. ¿Cómo esperamos que el niño sea independiente si estamos cohibiéndolo todo el tiempo? ¡Deja volar su creatividad!
- Viajes. Podemos ayudarle a aprender los nombres de los continentes, países, banderas, y ciudades, colocando un gran mapa mundi en el techo de la habitación que se sitúe justo encima de la casa camita.
- Clases de astronomía. Es importante que los niños aprendan desde pequeños sobre el sistema solar, las estrellas, planetas y la luna. Podemos colocar tiritas con figuras e irle enseñando sus nombres y ubicación. ¿A que es interesante, verdad?
- Campamentos. Con una tela puedes crear una carpa, y crear una ilusión óptica que motivará al niño.
Material de calidad
Son estructuras de diferentes materiales, en general los fabricantes siempre se preocupan por brindar la mejor calidad que este a la altura de este inigualable método. Te contamos que en nuestro sitio web puedes adquirirlas, para equipar el espacio de tu pequeño con mobiliario con excelente relación calidad-precio.
El principal material utilizado para las camas casita, suele ser la madera o melanina.
Promueven la salud de su columna
Todas las camas Montessori cuentan con esta cualidad, y las camas casita no son la excepción. Es un beneficio muy importante a capturar, porque está involucrado directamente con la salud de los más pequeños, y es algo que no podemos pasar por alto.
Al dormir en una cama que se encuentra al ras del suelo, no harán esfuerzos en la columna al intentar subir o bajar. Asimismo, los colchones diseñados para estas camas priorizan la ergonomía infantil, al ayudarlos a mantener posturas adecuadas.
Incluso algunos expertos aseguran que los colchones de las camas Montessori ayudan a mejorar la circulación.
Priorizan la libertad de aprendizaje
Las camas casita Montessori no tienen barrotes ni ningún limitante para la creatividad de los niños, y lo mejor es que mantienen la seguridad en todo momento sin necesidad de controlar los movimientos de los bebés.
Esto es un gran progreso por encima de otras camas y cunas infantiles, que pueden llegar a ser un castigo, e incluso, una cárcel para los niños, debido a que tienen rejas, barrotes o barras de seguridad, que desencadenan dependencia, frustración e incomodidad.
El método Montessori no aprueba los obstáculos y limitantes en los espacios infantiles, pues estos solo retrasan el aprendizaje y desarrollo integral. Por el contrario, persigue el diseño de mobiliarios con total libertad de movimiento y desplazamiento, a fin de que el niño pueda experimentar y familiarizarse gradualmente con el entorno.
Otras ventajas
Al ser camas relacionadas con la creatividad, por lo general tienen repercusiones positivas en su autoestima, les ayuda a ser conscientes de sí mismos y de sus capacidades, y por supuesto, los ayuda a confiar en su propio ser, por lo que facilita la comunicación y socialización.
Otras maneras de estimular la creatividad en los espacios Montessori, es creando áreas para dibujar y nunca corregir lo que plasmen en el papel, ya que forma parte de su lado creativo. También puedes programar actividades por las que el niño muestre interés, y sobretodo dejar que se equivoque y experimente sus propios errores, de modo que pueda crecer por su cuenta.
Si hablamos de desventajas, encontramos que las camas casitas son más elaboradas, y por ende un poco más costosas. Además, son camas temporales, los niños suelen dejarlas a los siete o máximo ocho años. Sin embargo, te prometemos que es un mobiliario que merece la pena considerar porque tiene muchos efectos positivos en el desarrollo de niños independientes y autosuficientes.
Si más adelante tu niño ya no la quiere usar, siempre puedes optar por venderlas o alquilarlas para recuperar el dinero invertido.